Ya ha empezado la temporada 8 de Doctor Who y con ella una nueva era con un nuevo Doctor interpretado por Peter Capaldi. No recomiendo esta entrada a los que no hayáis visto el capítulo, ya que puede y contiene de hecho spoilers. Los que aun no la hayáis visto os recomiendo la reseña sin spoilers que hizo Paloma.

Sinopsis

Deep Breath está escrito por Steven Moffat y dirigido por Ben Wheatley. El episodio cuenta con la aparición de la banda Paternoster, con Madame Vastra (Neve McIntosh), Jenny Flint (Catrin Stewart) y Strax el mayordomo Sontaran (Dan Starkey)  que acompañan a Clara (Jenna Coleman) en la primera aventura del Duodécimo Doctor interpretado por Peter Capaldi.

Parece que Doctor Who está disfrutando de un momento dulce en lo que a apoyo por parte de la BBC se refiere. El cambio de Doctor de un treintañero Matt Smith a Peter Capaldi con 55 años cumplidos al empezar a rodar la temporada suponía todo un reto para la serie. Creo que Doctor Who necesitaba un cambio, no solo de Doctor, también de estilo. En toda la historia de la serie El Doctor que había empezado con la apariencia de un abuelo un tanto gruñón fue regenerándose en cuerpos más jóvenes, esto se hizo muy evidente después de su retorno a las pantallas en 2005. Tras Christopher Eccleston llegó David Tennant y tras él Matt Smith. Ya cuando éste último se presentó a la audiencia muchas voces se alzaron entre los fans de que esta tendencia de contratar al actor que debía encarnar al Doctor cada vez más joven debía detenerse. Esa es una de las razones por las que debían contratar a un actor más mayor. Por el camino se cruzó Peter Capaldi, un gran actor con una extensa carrera y además un fan de la serie declarado.

Aún así, un cambio de Doctor siempre conlleva un riesgo y más si lo quieres totalmente diferente al anterior. Esa es quizás la razón por la que hicieron las maletas y se embarcaron en el Doctor Who World Tour. Una gira de presentación de la temporada, mucho más abierta a los fans que la tan criticada preview de la Comic Con de San Diego 2013 de la temporada 7, y es que hace tiempo que intuimos que Doctor Who es algo global, pero el éxito del World Tour nos lo confirma. Bueno que aun no os he hablado de como fue el episodio que abre la temporada 8, el primer episodio de una nueva era: la de Peter Capaldi como el duodécimo Doctor. Hay mucho que decir de este capítulo, multitud de escenas y detalles…

Deep Breath como ya sabéis está ambientado en el Londres Victoriano, aquel donde la Banda Paternoster resuelve crímenes y ayuda al Doctor, Lo primero que vemos en la pantalla es un gran dinosaurio por las calles de Londres, que de repente vomita la TARDIS. De alguna forma tenía el Rex que viajar en el tiempo. De esta forma tan abrupta, va aparecer por primera vez desde que lo oyeramos quejarse del color de sus riñones y de no saber como se controlaba esa «cosa». El Doctor aparece a hacer callar a Strax, si es un Doctor diferente, confundido no recuerda nombres vagamente recuerda caras, no es el Doctor seguro de sí mismo que vimos aparecer en The Eleventh Hour, aunque ya vemos la razón y es que se desmaya casi inmediatamente.

Clara está realmente confundida con el cambio, ya sabemos que ver a tu Doctor regenerarse, es traumático, pero ella que voluntariamente se ha arrojado a la línea temporal del Doctor para que sus múltiples ecos ayudaran a las distintas encarnaciones del Doctor para vencer a la Gran Inteligencia o que ha visto juntas a varias encarnaciones, no debería sorprenderse de los diferentes rostros del Doctor. Pero aun así parece que no lo reconoce aunque lo ha visto cambiar ante sus ojos. De ahí el sermón que Madame Vastra le pega, vaya, no habíamos visto nunca a Clara enfadada y vemos que tiene su carácter.

Sabemos que El Doctor no le encuentra mucho sentido a dormir. Este nuevo Doctor ni siquiera entiende porqué deben existir las habitaciones. «Domir es para las tortugas» decía el Cuarto Doctor y este nuevo Doctor se despierta en seguida con el olor a tiza, una tiza que utiliza para escribir por toda la habitación complicados cálculos y que le dan un aire todavía más obsesivo. Aún así cuando empieza a sentir que hay problemas con la T-Rex, salta por la ventana, porque salir de una habitación por la puerta es de lo más aburrido.

Si os creíais que íbamos a tener un episodio completo con el dinosaurio, supongo que aquí tuvisteis una desilusión. Después de ver al androide en una escena anterior matar (aunque no se ve) al hombre por los ojos, ya imaginaba que no podía acabar bien la T-Rex. Parece que el Doctor empieza a estabilizarse, aunque aun le queda un trecho. Ya empieza a hacerse preguntas sobre si ha habido otros casos de combustión espontanea.

Aún le queda una gran escena, por la que pasa todo nuevo Doctor y es ver su nueva apariencia en un espejo, no se reconoce y empieza a hablar de sus cejas, y que su rostro le recuerda a algo, mientras entabla conversación con un pobre representado por Brian Miller. Es posible que este nombre no os diga nada, es un actor que ha aparecido en otras ocasiones en Doctor Who, pero además era el marido de Lis Sladen (Sarah Jane Smith) y es que Doctor Who es y será siempre una gran familia. Parece que el Doctor de Capaldi no ha salido tan desprendido como otros, y cuando es consciente de que hace frío le intenta quitar la ropa a nuestro sufrido homeless, aunque luego averiguamos que se lo ha cambiado por su bonito reloj de pulsera.

El Doctor y Clara han encontrado un anuncio que los lleva a un restaurante, que resulta ser la guarida de los androides.Aquí ya encontramos a un Doctor más tranquilo y alerta sin embargo aún no está del todo en el mundo, ya que no puede entender porqué todo a su alrededor huele tan mal, hasta que Clara le dice que es por la vestimenta que lleva. Todo en el restaurante parece normal hasta que se dan cuenta de que los comensales no respiran.Aquí es donde realmente empieza la historia El Doctor y Clara se encuentran atrapados en el banco del restaurante y logran librarse con el destornillador sónico.

¿No os dio la impresión de que no se utilizaba tanto en esta ocasión? Muchas veces nos hemos quejado de que el destornillador sónico se estaba utilizando demasiado y en este episodio no se emplea demasiado ni siquiera salva de todas las situaciones, De hecho, un momento después no es capaz de levantar la puerta por lo que Clara queda atrapada. Otro gran cambio para nuestro Doctor, deja a Clara que se las apañe por su cuenta, no va a salvarla en aquel momento. Ella tiene que aguantar la respiración aunque no le sirve de nada y acaba frente al androide de la media cara. Pero aunque nos va a hacer sufrir, el Doctor siempre está ahí, aunque ha esperado el momento correcto y ha conseguido que mediante la conversación de Clara, la información que necesitaba.

Ah, casi estamos en el desenlace, el Doctor persigue al androide que quiere irse en una cápsula de escape. Hacía tiempo que no se le veía al Doctor pensar en beber alcohol ni decirle a un villano tan claramente que iba a tener que matarlo. El Doctor oscuro descubre donde está, a bordo de la nave SS Maria Antonieta, son androides del tipo que vimos en The Girl of the Fireplace (La Chica de la Chimenea), pero que a fuerza de reponer piezas con órganos humanos han perdido su esencia. Si los Cybermen empezaron siendo humanoides pero reemplazaron sus cuerpos con metal, aquí tenemos el efecto contrario, aunque éstos no se hayan humanizado demasiado. Al final una escena dura, la del androide empalado en el Big Ben, no sabemos si al final se ha suicidado o ha sido el Doctor, pero en cualquier caso el resultado ha sido el mismo, su muerte y con ella, el resto de androides se desactivan, liberando a la banda Paternoster y a Clara.

Estamos casi al final de la historia y ya se nos han planteado dos grandes enigmas: el rostro del Doctor, que a él mismo no le es desconocido y la identidad de la persona que puso el anuncio para que fueran al restaurante. El Doctor vuelve a nombrar el episodio de la llamada y vuelve a nombrarse a la mujer de la tienda.

Llegamos a la escena de la llamada, ahora Clara, más o menos sabe que el Doctor no la abandonará a su suerte, pero ella está a punto de abandonarle y en ese momento recibe una llamada de «su» Doctor. Eso es lo que le convence de que son la misma persona, con diferente rostro y carácter, pero el mismo que ella ha conocido. La escena, era necesaria para explicar a la gente que no ha visto muchas regeneraciones el cambio de apariencia, como cuando aparece K’ampo Rimpoche al final de Planet of the Spiders para decirle al Brigadier y a Sarah Jane que el Doctor no está muerto, que va a regenerarse.

Y llegamos a la escena enigmática por excelencia. Alguien que nadie se esperaba. Missy, nuestra Mary Poppins psycho, me encanta el toque de las pulseras punk en un traje de principio de siglo. Missy ya ha levantado todo tipo de conjeturas sobre quién es y si es amiga o enemiga. Missy ha devuelto la vida al androide y lo ha llevado a su tierra prometida como tanto ansiaba. ¿Es este jardín del Edén una TARDIS? ¿o será otra cosa? ¿Quién es la Guardiana de la Netsphera? ¿Es ella la mujer de la tienda?  Ir pensando, pronto os explicaré todas las posibilidades que se me han ido ocurriendo e ido leyendo por ahí.

No dudaba de que Peter Capaldi como el Doctor me iba a gustar, especialmente (y lo siento por los/las fans de Matt) porque estaba un poco cansada de la dinámica del Undécimo Doctor. No tengo nada en su contra, pero yo ya necesitaba un cambio y estoy segura que irá mejorando a lo largo de la temporada. Su Doctor me ha recordado en ocasiones al Cuarto y en otros detalles al Tercero, su inicio una regeneración problemática como la del Sexto, pero resuelta de una forma mejor, ¿Podría haber sido mejor? Es posible. Valoración: 8,8/10 

¿A vosotros qué os ha parecido? ¿Créeis que Capaldi entrará en la lista de mejores Doctores? ¿Qué esperáis de esta temporada?