El showrunner de Doctor Who, Steven Moffat es uno de los personajes públicos que han empezado a posicionarse a favor de la BBC.

Pero pongámonos en antecedentes. El gobierno británico está desde hace tiempo intentando que la estructura de la corporación se adelgace. El Primer Ministro Cameron, eligió como Ministro de cultura a John Whittingale, cuando recientemente nombró su nuevo gobierno.

Whittingdale es conocido por sus críticas a la corporación pública y actualmente la BBC está pendiente de la revisión de su estatuto de financiación. El ministro ha presentado un documento en el que resume la postura del Gobierno y en el que cuestiona dos de los grandes pilares de BBC: su sistema de financiación por un lado y su vocación de universalidad por el otro.

BBC se financia por un canon, que actualmente es de 145 libras al año y que los ciudadanos pagan por ver y escuchar las cadenas y estaciones de radio que posee la corporación. Este canon la protege, de los posibles recortes de presupuesto asignado por el gobierno y le concede independencia política. La vocación de universalidad se debe a que si todos los hogares que disponen de televisión pagan el canon, la BBC debe ofrecer algo para todos.

Como sabéis BBC produce Doctor Who y otras de nuestras series preferidas como Sherlock, Call the Midwife, The Musketeers, Poldark, Jonathan Strange and Mr. Norrell y otras muchas que nos han hecho reír y llorar tanto si las hemos podido seguir en nuestras cadenas nacionales o las hemos descubierto comprando DVDs por internet. Es un ente público que intenta ser catalizador del talento creativo de Gran Bretaña.

El gobierno propone una BBC limitada, mucho más pequeña. Dirigida solamente a lo que el mercado no puede ofrecer y que se financie por subscripción (voluntaria). BBC compite con empresas privadas tanto en lo que a noticias y entretenimiento se refiere. Concentrarse únicamente en el servicio público implicaría que la BBC dejara de producir entretenimiento popular y drama.

El director general de BBC, Tony Hall salió en defensa de la corporación diciendo que el gobierno no debía entrometerse en su línea creativa ya que es uno de sus valores más preciosos.

El showrunner de Doctor Who, Steven Moffat es uno de los personajes públicos que han empezado a posicionarse a favor de la BBC, las otras personalidades que se han unido a la defensa de la corporación incluyen a David Attemborough, Brian Cox, Richard Curtis, Judi Dench, JK Rowling y Daniel Craig en una carta de soporte de preocupación por su futuro a largo plazo.

Poco podemos hacer desde España y desde otros países, salvo mandar nuestros mejores deseos de que las cosas no empeoren demasiado.

En muchas ocasiones he sentido envidia de que los británicos disfrutaran de un ente público tan abierto a los ciudadanos, que fomente tanto la creatividad, que produzca tantos programas de calidad y he admirado la política del Arm’s lenght que significa que la institución está protegida de los posibles cambios de tendencia política del gobierno de turno. Pero parece que el espíritu de Thatcher ha vuelto y que la BBC puede tener serios problemas.

En una época en la que Doctor Who tiene tanta audiencia y está generando beneficios, nuestra serie quizás tenga problemas, no por sus bajadas de audiencia o los malos guiones, sino por la política conservadora que protege antes a las empresas que a una institución pública con más de 90 años de historia.